Para hacer el maquillaje, las cremas, las medicinas, los lavavajillas o los detergentes que usamos cada día, los laboratorios que fabrican estos productos utilizan animales para saber si nos irán bien. Son millones de animales a los que les hacen pruebas como ponerles sustancias peligrosas en los ojos, provocarles dolencias para ver cómo reaccionan, inyectarles veneno, o hacerles tener cáncer. Los ratones, conejos, perros, monos, gatos, ovejas, y todos los animales con los que experimentan sufren muchísimo hasta que acaban muriéndose o los matan.